“¿Solo aplica a las mujeres casadas? Esto es, a mi parecer, una mala interpretación que pasa comúnmente. Esto termina orientando el pasaje hacia el matrimonio, cuando en realidad, el pasaje no está haciendo ese tipo de distinción en absoluto.”
Dr. Mark Minnick, Profesor de Estudios del Nuevo Testamento y Ministerios de la Iglesia, de la universidad de Bob Jones.
En 1 Corintios 11, Pablo instruye a las mujeres que deben de usar una cubierta cuando se “ora o profetiza”. La palabra griega detrás de “mujer” es gynē, y puede ser traducida como “mujer” o “esposa” dependiendo del contexto. Mientras que casi todas las versiones en inglés de la Biblia
traducen gynē como mujer en los versículos 2-16, la popular English Standard Version
difiere, al traducir algunas de las referencias como “esposa”.
Esto ha llevado a muchos a preguntarse si la cubierta es aplicable solo para aquellas que están casadas. Detrás de la decisión de traducción
por la ESV hay una asunción acerca de que usar una cubierta en la cabeza era el símbolo romano del primer siglo de ser una matrona (una mujer casada respetable). Yo estaré alegando que la enseñanza de Pablo acerca de la cubierta de la cabeza es para todos los hombres y mujeres, sin importar su estado civil.
¿Orden de la Creación u Orden Marital?
Como ya se mencionó anteriormente, la palabra griega gynē puede ser traducida como esposa o mujer dependiendo del contexto. Aquí hay algunos ejemplos de usos que hacen referencia o incluyen a mujeres no casadas:
- Juan usa la palabra para referirse a una mujer samaritana que vivía con un hombre que no era su esposo (Juan 4:17)
- Pablo aplica la palabra tanto a una prometida (desposada) como a una mujer soltera (1 Corintios 7:34).
- Pablo también usa la palabra cuando enseña que las mujeres deben aprender en silencio, obviamente no solo aquellas que están casadas. (1 Timoteo 2:11)
Ya que gynē puede referirse a una mujer no casada, la pregunta que necesita ser respondida es: ¿Hay algo en el contexto que indique que esto solo se refiere a las mujeres casadas? Como apoyo, usualmente se apela a 1 Corintios 11:3, que declara: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.”
El argumento de este pasaje es que, una mujer solo tiene una cabeza, y esa cabeza es su esposo. Mientras que esto es verdad, creo que el enfoque del argumento de Pablo va más allá de únicamente las mujeres casadas. En este pasaje de la Escritura, Pablo está indicando el orden de creación, no el orden de los roles maritales. Después de todo, cada hombre tiene a Cristo como cabeza, no solo cada esposo. Así que esta no es una declaración limitada que solo incluye a una porción de la gente, sino un enunciado que abarca todo y que está relacionado con todos. Él está tratando con hombres, mujeres y sus roles como fueron determinados en la creación, no con Juan y Juana como pareja. Sabemos que él tiene en mente los roles dentro de la creación, porque habla de ellos en los versículos 7-9. Esto es lo que él dice:
“Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.”
Podemos ver aquí que Pablo está hablando del panorama, de las diferencias entre hombres y mujeres como un todo. Una vez más, él no está enfocándose únicamente en personas casadas. Si lo hiciera, y si nosotros tradujéramos consistentemente gynē como “esposa” aquí, nos quedaríamos con Pablo diciendo que las esposas proceden de sus esposos (1 Corintios 11:8). Este absurdo, aunque nadie lo defiende, inevitablemente refuerza el punto de que está hablándose de las mujeres (no solo de las esposas).
El Dr. Daniel Wallace, uno de los eruditos principales en griego del Seminario Teológico de Dallas, en un papel que él escribió sobre la cubierta de la cabeza, esta de acuerdo en que no hay razón contextual para traducir gynē como “esposa”. Él dice:
“No hemos discutido en absoluto si se está hablando de una mujer soltera o de una casada en este texto… Basta con decir que (gynē) debería de ser tomada como “mujer” (en lugar de esposa) a no ser que haya razones contextuales suficientes para argumentar lo contrario”
Mary Kassian (Profesora de Estudios de la Mujer del Seminario Teológico Bautista del Sur) también piensa que se está hablando de las mujeres debido a la relevancia universal de los argumentos de Pablo. Hablando de 1 Corintios 11:13-15, ella dice: “La ilustración del largo del cabello, indica que él consideró que la declaración era aplicable a todos. De otra manera, la ilustración pierde su fuerza, ya que el largo del cabello aplicaba a todas las mujeres, no solo a las casadas.”
Después ella explica lo que la cubierta de la cabeza significa para las mujeres que no están casadas:
“Al usar una cubierta, una mujer soltera declara: ‘reconozco que Dios ha ordenado a las mujeres someterse a una relación de matrimonio. Y, aunque no estoy casada, entiendo este principio y muestro mi respeto por él al usar una cubierta en la cabeza. Incluso si nunca me casase, llevo un símbolo que reconoce mi lugar en la creación’”.
Escenas de Bodas y Vestimenta de Adoración
Mientras que algunas veces se apela a 1 Corintios 11:3 como una razón para justificar que Pablo tenía en mente los roles maritales, el razonamiento principal de esta opinión viene de la cultura romana. El Dr. Wayne Grudem (Editor General de la Biblia de Estudio ESV), un defensor de la opinión del matrimonio, dice:
“La evidencia de que la cubierta para la mujer indicaba que ella estaba casada es encontrada tanto en fuentes literarias como en descubrimientos arqueológicos de arte que retratan escenas de bodas”.
Primero debemos señalar que Grudem está buscando evidencia relevante en el lugar equivocado. Él está buscando sustento en “escenas de bodas”, pero Pablo solo está interesado en cómo adora uno. Si alguien fuese a mirar una “escena de bodas” norteamericana del siglo veintiuno también vería probablemente a la novia con un velo. Sin embargo, esta escena sería imprecisa si se ocupa como evidencia de cómo ella adora, ya que ella no usa su velo nupcial después de su boda. El flammeum, un velo de casamiento romano distinto, era usado por la novia y tampoco se usaba después de su boda.
Así que las escenas de una boda no son útiles para analizar la postura de Pablo sobre el atuendo para adorar.
La Matrona Romana
Frecuentemente se cita que en la cultura romana cualquier mujer casada respetable (o “matrona”) no era vista en público sin cubrir su cabeza. Esta conexión entre una cabeza cubierta y ser una mujer casada respetable es vista por algunos como inseparable. Antes de que examinemos este argumento más a fondo, primero debemos de enfatizar el punto inicial equivocado de esta evidencia. Pablo está preocupado por como adora uno (lo cual era realizado frecuentemente en la privacidad de sus propias casas), no por cómo uno aparece en público. Habiendo dicho esto, el argumento de que una mujer romana casada, frecuentemente cubría su cabeza en público tiene algo de mérito. Aquí hay dos citas diferentes de escritores respetables sobre la vestimenta romana:
“La palla era un rectángulo grande de tela, sin el borde inferior curvado de la toga, que cubría el cuerpo desde el hombro hasta la rodilla o hasta la parte inferior de la pantorrilla… prontamente se volvió una cubierta necesaria para una mujer modesta, y ninguna mujer respetable dejaría su casa sin tener su cabeza y cuerpo cubiertos por ella”.
Alexandra Croom (Vestimenta y Moda Romana)
“El rango, estatus y moralidad de una mujer casada también se suponía que eran indicados por su vestimenta: una túnica larga, una estola y una palla o manto puesto sobre su cabeza cuando la mujer estaba fuera de sus puertas y su cabello ligado con una cinta. Esto es ofrecido por varios eruditos modernos como la descripción de la vestimenta diaria de una matrona romana”.
Kelly Olso (El Vestido y la Mujer Romana)
El problema con esta evidencia es que: esa solo es la mitad de la historia. La otra parte de la historia es contada por estos mismos eruditos, pero no se cuenta por los teólogos cristianos que defienden la interpretación del “velo del matrimonio”. Aquí hay cuatro factores que ilustrarán la otra parte de la historia y ayudarán a proveer una imagen más completa de esta práctica en la cultura romana del primer siglo.
1.- La evidencia literaria y arqueológica frecuentemente se contradicen entre ellas.
“Entonces, hay algunas inconsistencias entre las fuentes literarias y artísticas para la vestimenta de la mujer romana (y de la jovencita). Varios artículos de vestir, como la stola y las bandas para el cabello estaban fuertemente vinculados con la apariencia de una mujer casada honorable en las fuentes literarias, y a pesar de eso, estos ‘signos de pureza’ no son bajo ninguna circunstancia ubicuos en los registros visuales…”
“Autores modernos han declarado que la cabeza cubierta era parte de la vestimenta diaria de la matrona romana, sin embargo, debemos señalar nuevamente inconsistencias entre la evidencia literaria y la evidencia artística”.
2.- En los retratos, las mujeres romanas son vistas con mayor frecuencia con la cabeza descubierta que con sus cabezas cubiertas.
“La vasta mayoría de los retratos femeninos que poseemos en la forma de esculturas, muestran a la mujer con una cabeza sin velar, probablemente para poder mostrar su elaborado peinado al espectador”.
“En los retratos públicos de mármol de las mujeres en Corinto, presumiblemente de miembros de familiar ricas y prestigiosas, las mujeres son mostradas frecuentemente con la cabeza sin cubrir”.
“Debido a que la mayoría de los retratos de mujeres que se presentan aquí muestran a mujeres con las cabezas descubiertas, uno podría inferir que la cabeza descubierta en sí no era un signo de un estilo de vida mal visto socialmente”.
3.- No había solo una vestimenta romana. La indumentaria romana podía variar por provincia y las diferentes provincias tenían diferentes costumbres acerca de cubrir la cabeza.
“Las provincias del imperio romano se extendían desde España hasta Siria, desde Escocia hasta Egipto, y cubrían una gran cantidad de naciones y tribus diferentes. Los romanos… aceptaban que los pueblos diferentes tenían culturas diferentes y no intentaban convertirlos a todos al estilo de vida romano-italiano”.
4.- Corinto era una ciudad multicultural y las mujeres romanas frecuentemente usaban su vestimenta nativa en lugar de la vestimenta romana.
“La vestimenta también ayudaba a identificar la raza o nacionalidad. La vestimenta nativa se usó, particularmente por las mujeres, por lo menos durante el primer y segundo siglo, incluso por aquellas que tenían un estilo de vida romanizado”.101
“Eran las mujeres las que frecuentemente retenían su vestimenta nativa mientras que los hombres adoptaban las tendencias griegas o romanas, así que una lápida puede mostrar una mujer en un atuendo nativo y al hombre en una toga o en una túnica y manto griegos”.
Así que, mientras las mujeres romanas casadas pudieron haber cubierto sus cabezas frecuentemente en público (un hecho que no estoy tratando de desacreditar), esto estaba lejos de ser una práctica unánime. Este tipo de observancia parcial no es lo que esperaríamos ver si este fuera el símbolo cultural de estar casado.
Vírgenes Vestales
Las vírgenes vestales nos proveen con evidencia clave de que una cabeza cubierta no era el símbolo estándar de estar casada en la cultura romana. Estas mujeres eran sacerdotisas de Vesta, quienes “cultivaban el fuego sagrado que no estaba permitido que se extinguiera”.
Ellas “fueron liberadas de las obligaciones sociales comunes como casarse y tener hijos, y tomaban un voto de castidad con el fin de que pudieran dedicarse al estudio y al cumplimiento correcto de los rituales del Estado”.
Estas mujeres eran altamente respetadas, y casarse con una exsacerdotisa de Vestal (después de sus treinta años de servicio) se creía que traía buena suerte.
Alexandra Croom, en el libro Vestimenta y Moda Romana, escribe:
“Las vírgenes de Vestal eran las más conocidas de todas las sacerdotisas romanas, manteniendo un rol muy especial en la vida pública romana… Los elementos más importantes, como con la novia, era la cubierta para la cabeza”.
Estas mujeres bien conocidas y respetadas, que tomaban votos de castidad, cubrían sus cabezas. Entonces, claramente, la cubierta de la cabeza no era un símbolo de que estaban casadas. Nadie en su cultura lo interpretaría de esa manera.
Primeros Testigos Cristianos
Otra pieza de evidencia relevante es: qué tan pronto los cristianos entendieron la orden de Pablo. Tertuliano, escribiendo solo 150 años después de la carta de Pablo a los Corintios, sabía de primera mano lo que la iglesia de Corinto aún estaba practicando en sus días. En uno de sus libros, llamado “Sobre el velo de las vírgenes”, él dijo:
“Así también los corintios mismos le entendieron. De hecho, a día de hoy los corintios velan a sus vírgenes. Lo que los apóstoles enseñaron, sus discípulos aprueban”.
Una pregunta que los defensores del “velo del matrimonio” necesitan hacerse es: ¿Por qué la iglesia de Corinto velaba a sus vírgenes en el año 200 d.C., si sabían que era el símbolo de su cultura de estar casada?
Jerónimo (347-420 d.C.) también afirma esta práctica para las mujeres no casadas cuando habla de “las vírgenes y las viudas” en Egipto y Siria “quienes se han dedicado a Dios”. Él dice que estas mujeres no “van con sus cabezas descubiertas en desafío al mandato del apóstol, porque ellas usan una capucha ajustada y un velo.”
Así que, basándonos en una examinación de la historia de la iglesia, la cultura romana y datos bíblicos, no encuentro razón por la que esta práctica deba limitarse solo a las mujeres casadas. Concluyamos hablando brevemente acerca de a qué edad debe una niña comenzar esta práctica.
¿Qué hay de las niñas?
La pregunta acerca de a qué edad las niñas deben de empezar a cubrir su cabeza es desafiante, puesto que no es respondida en la Escritura. Y ya que este es el caso, yo creo firmemente que la decisión final queda en los padres y/o en su iglesia local (si es que entre ellos hubiera alguna regla en este tema).
Para mí, ya que la Biblia menciona específicamente que es para “orar y profetizar” tomo esto como una señal de que Pablo habla de personas que pueden participar activamente en la adoración. Cuando mis hijas eran bebés, yo no cubría sus cabezas, ya que ellas no podían orar. Sin embargo, en cuanto pudieron orar junto a nosotros, ellas comenzaron a cubrirse. Para ambas de mis hijas esto fue alrededor de la edad de dos años. Me doy cuenta que esto puede ser antes de lo necesario, pero no hay daño en eso. Yo lo veo como una herramienta de enseñanza para mostrarles cómo debemos de acercarnos a Dios (Proverbios 22:6), y ellas se sienten “como adultos” por participar en algo que debemos de hacer en conjunto.
Resumen
Pablo nos dice que practiquemos la cubierta de la cabeza “por causa de los ángeles” y porque oculta la gloria humana. Él no dice que la cubierta muestra que una persona está casada. Aquellos que mantienen esta interpretación usualmente llegan a esa conclusión mediante un análisis cultural (y como he argumentado, es un análisis incompleto) en lugar de la exégesis bíblica. Ya que no hay razones históricas o bíblicas imprescindibles para ver la cubierta de la cabeza como un símbolo del matrimonio, esto debería ser practicado por todas las mujeres, sin importar su estado civil. Cuando una mujer soltera hace esto, ella proclama públicamente que ella acepta el orden de la creación de Dios. Ella afirma que ella es una mujer que ha sido creada para ayudarle, no para poseer autoridad sobre el hombre. Respecto a la edad a la que las niñas deben de empezar a cubrirse, la libertad queda en las manos de los padres. Habiendo dicho esto, yo recomiendo empezar cuando las niñas puedan participar en la adoración pública.