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Capítulo 05: Naturaleza: lo que nuestro cabello nos enseña acerca del velo

“El cabello largo es una indicación natural de la distinción entre el hombre y la mujer, y es así como el requisito del velo se conecta con la enseñanza de la naturaleza” 1) John Murray, “Head Coverings and Decorum in Worship: A Letter to Mr. V. Connors” accessed April 27, 2015, a través de http://www.headcoveringmovement.com/articles/head-coverings-and-decorum-in-worship-a-letter-by-john-murray.

John Murray, Profesor de Westminster Theological Seminary, 1930 – 1966

 

El argumento de Pablo acerca de lo que la naturaleza nos enseña es probablemente el más confundido y mal interpretado de todos. En esta ocasión Pablo recurre al sentido que la persona posee  para entender lo que es correcto, basándose en la enseñanza que la naturaleza da en la longitud de nuestro cabello. Él dice lo siguiente:

Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello” (1 Corintios 11:13-15)

Una pregunta retórica, de acuerdo con el diccionario Merriam-Webster, es aquélla que se “realiza con la finalidad de hacer una declaración, más que el de obtener una respuesta”. Esto es lo que Pablo hace al momento de preguntar: ¿es propio? Sabemos que él está empleado este tipo de pregunta principalmente porque provee una amplia defensa de la doctrina del velo. Pablo no cambiaría su postura al permitir que la obediencia de esta doctrina, arraigada en la creación, se convirtiese en algo opcional. Más bien, Pablo declara terminado el debate. Es como si dijera: “Ustedes saben muy bien que esto es lo correcto”. Nadie se atrevería a decir que es propio que la mujer ore en la iglesia sin usar un velo. La razón por la que todos estarían de acuerdo con esto es porque todos entendían que el velo, en este contexto, es un símbolo de feminidad bíblica. El velo proclama de manera visible que la mujer gozosamente acepta la estructura de autoridad que Dios ha dado para su vida.

Algunas personas piensan que cuando Pablo dice: “juzgad vosotros mismos” él está diciendo que tenemos la libertad para decidir si la mujer debe orar cubierta o no. Para demostrar que esto no es verdad vayamos a examinar algunos pasajes similares:

Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Corintios 10:15-16)

Cuando Pablo les dice a los corintios “juzgad vosotros”, ¿está diciendo que existen dos opciones perfectas y que sólo necesitan tomar la que mejor les funcione? ¿Qué uno que entra en comunión participa de la sangre y el cuerpo de Cristo, pero el otro no? ¿O es que la respuesta a su pregunta se encuentra de manera implícita; que la comunión significa participar en Cristo?

Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:19-20)

Cuando Pedro y Juan se dirigieron ante el concilio diciendo: “juzgad”, ¿acaso estaban diciendo que que existen dos opciones perfectas? ¿Que unos pueden elegir obedecer a Dios mientras que otros pueden elegir obedecer a los hombres? ¿O es que la respuesta a su pregunta se encuentra de manera implícita; que debemos obedecer a Dios antes que a los hombres? Juzguen ustedes.

Por lo tanto, y de igual manera que en los ejemplos dados, Pablo no ofrece dos opciones equivalentes. Él termina diciendo: “Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado” (1 Corintios 11:5). La respuesta a la pregunta de Pablo se encuentra implícita; no es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza, y es por ello que después Pablo dice: “que se cubra” (1 Corintios 11:6).

Definiendo la naturaleza

Ahora Pablo se dirige hacia un argumento sobre la naturaleza. Pero para poderlo entender correctamente, necesitamos primero dar una definición de la palabra “naturaleza” (en griego, φύσις; físis). El léxico BDAG 2) BDAG representa a Bauer, Danker, Arndt, and Gingrich. Este es su léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento.  la define como: “El orden regular o establecido de las cosas3) W. Arndt, F. W. Danker, and W. Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian literature, 3rd ed. (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 1070. , y el léxico de Abbott-Smith la define como: “La orden regular o la ley de la naturaleza4) G. Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament (New York: Charles Scribner’s Sons, 1922), 476. . Por tanto, hablamos de cosas que son intrínsecas. Ahora deseo adentrarte un poco más para que podamos ver cómo es que Pablo emplea esta misma palabra en otro pasaje:

Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza (φύσις; físis) lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos” (Romanos 2:14-15)

En este pasaje Pablo nos enseña que el hombre por “naturaleza” posee un sentido innato que le permite discernir entre lo bueno y lo malo. Además menciona que dicha “naturaleza” se encuentra alineada con la Ley escrita de Dios. Por lo tanto, sería erróneo decir que la naturaleza es un invento cultural; es evidente que la cultura constantemente muestra oposición a todo lo que Dios ha declarado. En el Nuevo Testamento, la palabra φύσις (físis) aparece 14 veces y en cada ocasión puede notarse que esta palabra se usa para referirse a algo creado por Dios o al orden establecido por Él. Un hombre usando el cabello corto y una mujer usando el cabello largo no hacen más que seguir los parámetros naturales establecidos, mismos que también permiten distinguir ambos sexos; no son inventos culturales.

Lo que nuestro cabello enseña

Ahora que entendemos que la “naturaleza” no es más que el orden establecido por Dios, necesitamos averiguar por qué Pablo inicia el argumento hablando acerca de la longitud del cabello y cómo es que lo ve como una base para argumentar a favor de la doctrina del velo 5) Algunos creen que Pablo no está defendiendo su argumento, sino más bien se encuentra definiéndolo. Estas personas no están de acuerdo con el hecho de que Pablo esté hablando acerca de un velo artificial, sino que en su lugar se encuentra tiene en mente la longitud del cabello. Ver capítulo 8 para más información. . Echemos un vistazo nuevamente a nuestro versículo:

Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello” (1 Corintios 11:13-15)

Pablo menciona que sabemos que la mujer debe orar con su cabeza cubierta debido a que la naturaleza nos muestra la idoneidad del velo al haberle proporcionado a la mujer una cubierta natural de cabello. Es de esta forma en la que el velo artificial de la mujer (para emplearse sólo en ocasiones específicas) se conecta con el velo natural que la mujer ya posee (cubierta que usa en todo momento). De la misma manera el hombre debe orar sin cubierta alguna debido a que la naturaleza ha determinado que su cabello sea mantenido corto, para que éste no llegue a convertirse en una cubierta.

El mandato de orar con la cabeza descubierta (sólo en ocasiones específicas) se encuentra conectado con lo que la naturaleza ha determinado tanto para el hombre como para la mujer (en todo momento). La longitud del cabello distingue ambos sexos y, de acuerdo con Pablo, ignorar esta distinción (cuando el hombre deja crecer su cabello y la mujer corta su cabello 6) ”Largo”; debe entenderse en contraste con los peinados cortos de los hombres, sin importar el lugar en donde vivan. Así como sucede con la modestia al momento de vestir, es evidente que existen peinados que no se ajustan al mandato, sin importar la cultura. Asimismo, existen peinados que no pueden catalogarse como “largos”; existe bastante subjetividad al respecto. Sin embargo, cuando la Escritura se refiere al cabello de la mujer como un velo  (1 Corintios 11:15), la palabra griega que se empleada es περιβόλαιον (peribolaion). Esta palabra hace referencia a algo que es “envuelto alrededor”. Por lo tanto, el hombre debe mantener su cabello lo suficientemente corto como para evitar que se envuelva alrededor de su cabeza. ) causa deshonra a la persona. Asimismo, la enseñanza de la naturaleza se encuentra conectada con la forma en la que debemos adorar corporativamente, dado que la mujer que ora descubierta y el hombre que ora cubierto deshonran sus cabezas (1 Corintios 11:4-5).

Género Cómo es que debe verse cada uno al “orar y profetizar”

(1 Co. 11:-5)

Cómo es que diariamente debe verse cada uno

(1 Co. 11:14-15)

Resultado de ignorar las distinciones entre ambos sexos

(1 Co. 11:4-5; 14-15 )

Hombre Descubierto

(sin prenda artificial sobre su cabeza)

Descubierto (manteniendo su cabello corto) Deshonra
Mujer Cubierta

(mediante una prenda artificial sobre su cabeza)

Cubierta (manteniendo su cabello largo) Deshonra


La homosexualidad y el cabello

Es probable que en este momento estés preguntándote si puede existir algo más insignificante a la vista de Dios que la forma en la que llevemos nuestro cabello. Es verdad que, relativamente hablando, esto puede llegar a ser visto como algo insignificante. Sin embargo, quiero exhortar a no tratar como insignificante algo que la Palabra de Dios dice que es deshonroso no obedecer (1 Corintios 11:4-5).

De igual manera debemos tratar muy seriamente la materia si es que deseamos ser consistentes en defender la heterosexualidad como algo establecido en el orden natural. Este ejemplo es importante en la discusión porque el Apóstol Pablo condena tanto la homosexualidad y como el uso del cabello largo por parte del hombre; él emplea las mismas palabras en ambos casos. Él dice que ambas situaciones son contra la naturaleza φύσις (físis) y una vergüenza/deshonra (ἀτιμία; atimía). Veamos estos dos pasajes, lado a lado, prestando atención a las palabras griegas:

Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas (ἀτιμία; atimía); pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza (φύσις; físis) y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer”(Romanos 1:26-27)

La naturaleza (φύσις; físis) misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso (ἀτιμία; atimía) dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello” (1 Corintios 11:14-15)

En estos dos pasajes tenemos al mismo autor (Pablo), dando el mismo juicio moral (deshonra) al apelar a la misma razón (la naturaleza). Por tanto, si vamos a ser consistentes, entonces debemos tratar por igual ambas circunstancias. Ahora, para clarificar, esto no significa que ambas situaciones son igualmente deshonrosas. Pablo también nos enseña que existen diferentes grados de pecado; teniendo el pecado sexual su propio nivel (1 Corintios 6:18). Sin embargo, no podemos decir que sólo uno de estos pasajes se refiere a un invento cultural mientras que el otro se refiere a algo establecido por Dios. En el mundo occidental de hoy en día, la homosexualidad se ha convertido en algo culturalmente aceptable, así como también que la mujer lleve el cabello corto y el hombre lleve el cabello largo. Pero no porque la cultura lo permita significa que dichas prácticas son correctas.

Resumen

Mientras que la doctrina del velo es enseñada explícitamente en la Escritura, ésta es confirmada al mismo tiempo por lo que la naturaleza silenciosamente testifica. Ésta nos enseña que el tipo de cabello dado a cada género confirma lo idóneo que es el uso del velo; el cabello y el velo están plenamente en armonía. Asimismo, se nos enseña que es deshonroso ignorar las distinciones entre ambos sexos. Y así como es de inapropiado ignorar las diferencias entre ambos sexos a través de nuestro cabello, así lo es también de inapropiado ignorar el uso del velo al “orar y profetizar”.

Mientras continuamos moviéndonos a través de la Epístola de Pablo, descubriremos que el requisito del velo no estaba limitado a la congregación de Corintio, sino que esta práctica se realizaba en cada iglesia.

References

1.
 John Murray, “Head Coverings and Decorum in Worship: A Letter to Mr. V. Connors” accessed April 27, 2015, a través de http://www.headcoveringmovement.com/articles/head-coverings-and-decorum-in-worship-a-letter-by-john-murray.
2.
 BDAG representa a Bauer, Danker, Arndt, and Gingrich. Este es su léxico Griego-Inglés del Nuevo Testamento.
3.
 W. Arndt, F. W. Danker, and W. Bauer, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian literature, 3rd ed. (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 1070.
4.
 G. Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament (New York: Charles Scribner’s Sons, 1922), 476.
5.
 Algunos creen que Pablo no está defendiendo su argumento, sino más bien se encuentra definiéndolo. Estas personas no están de acuerdo con el hecho de que Pablo esté hablando acerca de un velo artificial, sino que en su lugar se encuentra tiene en mente la longitud del cabello. Ver capítulo 8 para más información.
6.
 ”Largo”; debe entenderse en contraste con los peinados cortos de los hombres, sin importar el lugar en donde vivan. Así como sucede con la modestia al momento de vestir, es evidente que existen peinados que no se ajustan al mandato, sin importar la cultura. Asimismo, existen peinados que no pueden catalogarse como “largos”; existe bastante subjetividad al respecto. Sin embargo, cuando la Escritura se refiere al cabello de la mujer como un velo  (1 Corintios 11:15), la palabra griega que se empleada es περιβόλαιον (peribolaion). Esta palabra hace referencia a algo que es “envuelto alrededor”. Por lo tanto, el hombre debe mantener su cabello lo suficientemente corto como para evitar que se envuelva alrededor de su cabeza.

Capítulo 04: Ángeles: considerando a las huestes celestiales

La Escritura enseña que los ángeles de Dios están presentes entre los cristianos cuando éstos se congregan y se reúnen para orar, y es debido a la presencia de estos seres que la mujer ha de cubrirse cuando tome parte de la oración pública. Esto es algo extraordinario y remarcable” 1) Martyn Lloyd Jones, Great Doctrines of the Bible, (Carol Stream, Illinois: Crossway Books, 2003), 110.

Dr. Martyn Lloyd-Jones, Ex-Ministro de Westminster Chapel, Londres

 

1 Corintios 11:10 figura en los primeros lugares de las listas de los versículos que los cristianos admiten que verdaderamente no entienden. A continuación lo que el pasaje dice:

“Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles”

El Apóstol Pablo acaba de decirnos que la mujer debe cubrir su cabeza por causa de los ángeles. Así que no importa lo que este versículo signifique en su plenitud, lo que sabemos es que tenemos uno de los varios motivos que él nos da para practicar este símbolo. Esto no puede enfatizarse lo suficiente. No buscamos conseguir el significado del versículo como para que en caso de hacerlo contemos con la evidencia necesaria para practicar la doctrina del velo. Dicho de otro modo, debido a que es una razón debemos buscar la comprensión del versículo.

La dificultad que se nos presenta se debe al hecho de que Pablo menciona esto de paso y sin explicar su significado. Una razón probable de esto es que la iglesia en Corinto ya entendía lo que Pablo quería decir, por lo que dicha explicación era innecesaria. En su carta a los tesalonicenses, el Apóstol mencionó que ya les había explicado los detalles acerca de la segunda venida de Cristo cuando estaba con ellos (2 Tesalonicenses 2:5). Esta también puede ser una de esas enseñanzas explicadas mientras se encontraba con ellos.

Debido a que es un versículo corto y difuso no hay forma de que podamos saber con absoluta precisión su significado. Sin embargo no hemos sido dejados en la oscuridad total. Existe un indicio en el idioma griego que nos puede ayudar a identificar a la clase de ángeles que Pabló tenía en mente. De la misma manera, existen otros pasajes en la Escritura que proporcionan luz sobre quiénes son estos seres. Iniciemos nuestro estudio identificando si Pablo estaba hablando acerca de los ángeles buenos o de los ángeles caídos.

Ángeles: ¿buenos o malos?

En la gramática el artículo definido se usa para modificar un sustantivo. Toma una persona, un lugar, o una cosa, e indica que no se refiere al sustantivo de manera general, sino que se refiere a algo en particular. En español existen los artículos definidos (el, la, los, etc.) e indefinidos (un, una, unos, etc.). Por ejemplo, si dijera que a me gustan unos chocolates, estaría dando un juicio tan amplio que pudiera abarcar cualquier clase de chocolate. Pero si agrego el artículo definido a mi oración ésta se transforma para ahora indicar que me gusta el chocolate; con ello informo sobre mi gusto por una clase de chocolate en particular.

El idioma griego también usa el artículo definido 2) En griego no existe la distinción entre los artículos definidos e indefinidos; únicamente existe el artículo.  y en 1 Corintios 11:10 es empleado cuando Pablo dice: “por causa de los ángeles”. Esto nos indica que Pablo no está hablando acerca de todos los ángeles, sino que tiene en mente una clase de ángeles en específico. De acuerdo con el Dr. David E. Garland, “Pablo nunca usa la palabra ángeles con el artículo definido para referirse a los ángeles caídos3) David E. Garland, First Corinthians (Baker Academic, 2003), 527. . Asimismo, Robertson y Plummer afirman que “no puede estar refiréndose a los ángeles caídos; el artículo lo demuestra: ἄγγελος siempre se refiere a los ángeles buenos4) Archibald T. Robertson and Alfred Plummer, A Critical and Exegetical Commentary on the First Epistle of St. Paul to the Corinthians (T&T Clark, 1911), 233. . Por tanto, sea lo que sea que Pablo quiera decir con que la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza “por causa de los ángeles”, es muy probable que tenga en mente a los santos ángeles.

Ya que hemos identificado la clase de ángeles que Pablo tiene en mente, ahora necesitamos descifrar el motivo por el cual debemos practicar el símbolo del velo; a causa de la presencia de los ángeles. A través del examen de algunos versículos relevantes, terminaremos con dos posibles conclusiones que podrán explicar el versículo. Ambas podrán estar en lo correcto, puesto que no se contradicen, aunque puede que Pablo se haya referido a una sola.

Para su beneficio

El propósito del velo es proveer un símbolo visual acerca del orden creado por Dios cuando la iglesia es congregada. Si los ángeles son un motivo por el cual debemos obedecer este mandato, se puede presuponer que los ángeles nos observan mientras adoramos. Una razón por la cual usamos el velo es debido a que podemos simbolizar correctamente el orden creado ante todo lo visible e invisible. Pablo dice:

“Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales” (Efesios 3:10)

Estos principados y potestades son los ángeles de Dios (Colosenses 1:16; 1 Pedro 3:22). En este pasaje vemos que todo lo que nuestro Señor hace por medio de la iglesia muestra cuán increíblemente sabio es Él. Pedro describe que los ángeles “anhelan mirar” lo que Dios está haciendo (1 Pedro 1:12). Están fascinados y desean ver más de ello. Creo que este es un deseo que Dios se complace en cumplir, y permitir que los ángeles nos vean mientras adoramos puede ser una forma de cumplirlo.

Me encanta pensar en lo que los ángeles tienen en mente, ya que ellos poseen una perspectiva única de todo. Los ángeles se encuentran entre las primeras criaturas que Dios hizo. Sabemos que ellos vieron toda la historia desarrollarse poco a poco, porque Dios le dice a Job que los ángeles se regocijaron verlo hacer el mundo (Job 38:4-7).

Los ángeles han pasado toda su vida ante la presencia del Dios santo y perfecto. Lo vieron crear un mundo perfecto en donde el pecado, la muerte o el sufrimiento aún no habían aparecido. Esos conceptos eran desconocidos para ellos. Después, uno de ellos, Satán, se rebeló contra de Dios. Dios lo expulsó, junto con todos sus seguidores, de su presencia para siempre (Judas 6). No hubo oportunidad para el arrepentimiento, ni tampoco nadie que pudiera interceder por ellos. Los ángeles saben que el pecado tiene un costo muy alto.

Posteriormente, y a manera de repetición de la historia, la primera pareja que Dios creó en la tierra también pecó. Sin embargo, aquí la historia da un giro. Dios mata a un animal en su lugar y les promete un redentor. Después, Dios separa a un grupo de estos humanos pecadores para mostrar su amor y su afecto. Esto culmina con la entrada de Dios en el mundo en forma humana. El Salvador vive una vida perfecta y posteriormente se entrega como sacrificio inmaculado. El Padre inmola al Cordero de Dios para que los inmerecidos hijos del diablo puedan ser totalmente perdonados y adoptados en su familia. ¡Qué historia! No es de maravillarse que los ángeles anhelen mirar esto.

Ahora, ponte en el lugar de los ángeles, viendo ahora cómo el pueblo de Dios se congrega para adorarlo.

Ahora los ángeles ven adorar a Dios a los que anteriormente eran sus enemigos; éstos han sido perdonados y redimidos. Ven judíos y gentiles adorando juntos como miembros de un solo cuerpo. Ven hombres y mujeres adorando juntos como iguales. Es a través del velo que las mujeres cristianas muestra que su posición como mujer es redimida. Ya no estarán más en guerra, usurpando y deseando la autoridad del hombre (Génesis 3:16), sino que ahora están conformes con el rol que Dios les ha dado en Génesis 2.

De la misma manera los hombres, mediante sus cabezas descubiertas, comunican que ejercerán autoridad en sus respectivos roles. No serán dominantes para con sus mujeres (Génesis 3:16) ni tampoco serán pasivos como lo fue el primer Adán. Su posición masculina también ha sido redimida.

Cuando los ángeles ven todo esto seguramente deben clamar: ¡Contempla la multiforme sabiduría de Dios!

No olvidemos que los ángeles, siendo seres sin pecado, son mucho más sensibles a él. Si nosotros somos inmorales y deshonrosos desde una perspectiva humana, (1 Corintios 11:4–6), ¿Cómo nos verán los ángeles si desobedecemos este mandamiento? Si ni oramos ni profetizamos de acuerdo a lo que Dios ha dicho, ¡La única cosa que podemos simbolizar ante estos seres es la distorsión de los papeles mencionada en Génesis 3!

Para nuestro beneficio

Las Escrituras también parecen implicar que los ángeles pueden estar reportando a Dios si le obedecemos o no. Permíteme explicarme. En el día del juicio tendremos que dar cuenta de cada cosa que hayamos dicho (Mateo 12:36) o hecho (1 Corintios 3:13). Así que Dios debe estar manteniendo un registro de todo. Asimismo existen versículos que hablan acerca de cómo nuestras oraciones pueden ser estorbadas, como es el caso de cerrar nuestros oídos al clamor del pobre (Proverbios 21:13) o el tratar mal a nuestras esposas (1 Pedro 3:7). Estos son pecados que deben estar siendo observados, registrados y reportados.

Ahora, Dios es omnisciente, así que Él conoce todas las cosas. No obstante, Él puede escoger los medios para recibir esta información, si así lo desea. Por ejemplo, Dios ha escogido juzgar a los muertos “por las cosas que estarán escritas en los libros, según las obras de la gente” (Apocalipsis 20:12). Él no necesita de un libro, pero Él ha elegido usar uno para registrarlo todo. De la misma manera, no necesita a nadie o de algo que le permita conocer quién es obediente a sus mandamientos, pero existe evidencia en la Escritura de que el Padre ha escogido recibir esta información a través de los ángeles. Jesús dijo:

“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 18:10)

Cuando uno de sus hijos peca, Dios no sólo dice: “ya lo sé”. Él dice que sus ángeles van ante Él. Mediante esto se entiende que los ángeles reportan constantemente a Dios todo lo que sucede.

Vayamos a otro versículo:

“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad” (1ª Timoteo 5:21)

Cuando Pablo dejó a Timoteo lo hizo dándole instrucciones y recordándole que todo lo que le fue ordenado se hizo “en la presencia de los ángeles escogidos”. Es como si hubiera dicho: “los ángeles son testigos de lo que te he ordenado, y te estarán observando”.

Por tanto, sabemos que estamos siendo observados y que somos responsables de ser sobrios en nuestros esfuerzos para ser obedientes. Nuestras vidas no son privadas, sino que las vivimos ante una audiencia cósmica.

Ahora, aún si me he perdido en la explicación, la razón sigue siendo clara: debemos obedecer “debido a los ángeles”. Los hijos pueden suponer los motivos por los cuales sus padres les piden hacer tal y tal cosa, pero el propósito principal no debiera perderse. Sin importar la razón, tanto el mandato como la persona que desea obediencia son claros.

Alcanzando a la audiencia correcta

Quisiera terminar con un último punto. Posteriormente (en el capítulo 9) discutiremos la postura popular acerca de que el velo era algo exclusivo para aquella cultura. Este argumento está construido sobre la premisa de que este símbolo era exclusivamente para humanos y que era importante usarlo a fin de no ofender las costumbres locales. Sin embargo, Pablo aquí contradice directamente dicho sentimiento al mostrarnos que lo practicamos para un grupo de seres completamente diferentes. El velo no es únicamente para testificar a las personas sino también ante los ángeles, quienes no cambian ni tienen prácticas culturales. Esto, por tanto, es un argumento fuerte acerca del motivo por el cual el velo es transcultural y atemporal.

Mientras continuamos a través de la carta del Apóstol Pablo, pongamos nuestra atención a lo que él mencionó acerca de lo que la naturaleza testifica a través de la longitud de nuestro cabello y de cómo la práctica del velo es correcta.

References

1.
 Martyn Lloyd Jones, Great Doctrines of the Bible, (Carol Stream, Illinois: Crossway Books, 2003), 110.
2.
 En griego no existe la distinción entre los artículos definidos e indefinidos; únicamente existe el artículo.
3.
 David E. Garland, First Corinthians (Baker Academic, 2003), 527.
4.
 Archibald T. Robertson and Alfred Plummer, A Critical and Exegetical Commentary on the First Epistle of St. Paul to the Corinthians (T&T Clark, 1911), 233.

Capítulo 03: Orden de la creación: masculinidad y feminidad simbolizadas

“La doctrina cristiana del orden de subordinación dado en la creación requiere que el uso de un velo, por parte de la mujer, se manifieste durante la adoración púbica” 1) Charles Ryrie, The Role of Women in the Church, 2nd ed., chap. 8, (Nashville: B&H Publishing, 2011).

Dr. Charles Ryrie, Editor de Ryrie Study Bible; Ex Profesor en Dallas Theology Seminary

 

El bautismo de un nuevo creyente simboliza la muerte de la vieja vida y la nueva vida en Cristo (Romanos 6:4); el bautismo es importante debido al significado que transmite. De igual manera, el velo simboliza algo sumamente grandioso. Vayamos a echar un vistazo al fundamento de la doctrina para conocer aquello que se comunica al momento de que los hombres adoran con sus cabezas descubiertas mientras que las mujeres mantienen sus cabezas cubiertas.

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” (1ª Corintios 11:3)

Dios ha hecho al hombre y a la mujer iguales en valor y dignidad. Ambos se necesitan el uno al otro, o como la Escritura dice: “en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón” (1ª Corintios 11:11).

Sin embargo, no porque el hombre y la mujer sean iguales significa que ambos desempeñan mismos roles, misma autoridad, mismas funciones. 2) Estoy defendiendo la perspectiva denominada complementarianismo. La postura opuesta a ella se denomida Egalitarianismo. Para saber más sobre este tema, puede leer Men and Women: Equal Yet Different: A Brief Study of the Biblical Passages on Gender por Alexander Strauch (Colorado Springs: Lewis and Roth Publishers, 1999).  Estas diferencias pueden notarse a través de la creación, en los ángeles, e incluso en Dios mismo. La doctrina de la Trinidad nos enseña que Dios es uno, revelado en Tres personas diferentes: El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo. Estas Tres Personas son plenamente Dios y plenamente iguales, pero en función, autoridad y Persona son distintas. Tal como lo hemos visto en el pasaje anterior: “Dios es la cabeza de Cristo”. Y esta sumisión de Jesús al Padre no ha sido limitada a su encarnación. La Escritura dice lo siguiente:

“Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1ª Corintios 15:28)

Por lo tanto, aunque en este momento el Padre ya ha “sujetado [Cristo] todas las cosas debajo de sus pies” (1ª Corintios 15:27), cuando Jesús regrese Él continuará bajo la autoridad de Dios Padre, por toda la eternidad.

Sin embargo Jesús no es menos valioso que el Padre. El Espíritu Santo no es menos valioso que Jesús, sino que el rol de Éste último no es el de hablar por su cuenta sino el de glorificar al Hijo (Juan 16:13).

La diferencia de roles no debe forzosamente significar una diferencia en valor o dignidad. ¿Un Oficial de Policía tiene la autoridad dada por Dios para ejercerla sobre Usted (Romanos 13:1)? ¡Sí! ¿Y ese mismo Oficial de Policía es más valioso o posee mayor dignidad humana que Usted? ¡No! Los hijos deben someterse a sus padres (Efesios 6:1), los esclavos debe someterse a sus amos (Efesios 6:5), las esposas deben someterse a sus maridos (Efesios 5:22), los ciudadanos deben someterse sus Gobiernos (Romanos 13:1), los miembros de la Iglesia deben someterse a sus Pastores (Hebreos 13:17). Jesús se somete al Padre (1ª Corintios 11:3). Incluso existen diversos rangos entre los ángeles; Miguel es llamado el Arcángel (Judas 1:9); que cual significa “jefe”.

No debemos tener miedo a la autoridad. Es verdad que siempre existirán padres terribles, maestros despiadados, esposos chauvinistas, malos pastores y gobiernos impíos hasta el final. Sin embargo esto se debe al pecado; y no porque la autoridad sea mala en sí misma. Por tanto, consideremos a la Trinidad como nuestro modelo y ejemplo.

El fundamento de la doctrina del velo es el orden de la creación. Esto significa que la mujer debe someterse al hombre, el hombre a Cristo, y Cristo al Padre. Esta es la estructura de autoridad ordenada por Dios, y es debido a esto que esta estructura es buena. A esto se refería Pablo cuando dijo: “pero quiero que entiendan” (1ª Corintios 11:3).

Antes de que examinemos los versículos sobre el orden de la creación, me gustaría retar a mis amigos complementarianistas 3) Postura que sostiene que el hombre y la mujer se complementan el uno al otro debido a las diferencias de roles, autoridad y función. Esta es la postura que sostengo. . Sé cuáles son los argumentos que usamos para justificar que el Consejo de Ancianos debe estar formado por hombres, así como los argumentos acerca del liderazgo del esposo en su hogar. Estoy totalmente de acuerdo con esto. Pues en 1ª de Timoteo 2 se da la razón por la cual la mujer no “puede enseñar, ni ejercer dominio”, ¿no es verdad?:

“Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1ª Timoteo 2:12-14)

El fundamento de esto se encuentra en la creación, por tanto Ustedes argumentarían que esto no se base en un asunto cultural. Estamos de acuerdo con ello. Pero, quiero retarlos a ser consistentes con lo siguiente:

“Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza” (1ª Corintios 11:7-10a)

Pablo establece la razón por la cual la mujer debe tener una señal de autoridad sobre su cabeza —el orden de la creación.

¿Dónde encontramos al hombre siendo creado a la imagen de Dios? En Génesis, capítulo 1. ¿Dónde encontramos a la mujer creada del hombre, siendo la gloria de éste? En Génesis, capítulo 2. Y ¿dónde encontramos la entrada del pecado en la creación? En Génesis capítulo 3.

Por lo tanto, el fundamento no está basado únicamente en la creación, sino en la perfecta creación de Dios; antes de la entrada del pecado. El liderazgo y la autoridad son parte del propósito original de Dios. No pertenecen al desastre de la caída.

Algunos argumentan que la sumisión y la autoridad son resultado de la maldición de la caída, tomando como justificación Génesis 3:16, en donde se dice: “y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti”. En este versículo no se introducen los roles del hombre y de la mujer después de la caída, sino que explica cómo ésta impactaría negativamente en ellos. La mujer lucharía con el deseo de tomar la posición de autoridad de su esposo, mientras que éste sería tentado a gobernarla tiránicamente. La maldición distorsiona el orden creado por Dios, distorsión a la que debemos combatir.

Existen numerosas indicaciones en los primeros dos capítulos del libro del Génesis acerca del liderazgo de Adán. Recuerda, esto es antes de que el pecado entrara al mundo. Cuando Dios creó a la mujer se refirió a ella como la “ayuda idónea” (Génesis 2:18). Esto muestra claramente su papel; fue creada para ayudar y no para gobernar.

Fue Adán quien nombró a su mujer (Génesis 2:23). Y sabemos que aquel que nombra posee autoridad sobre el que es nombrado. Esto se muestra cuando nombramos a nuestros hijos, y Adán mostró su autoridad al nombrar no sólo a los animales sino a su esposa, Eva. Posteriormente vemos que ambos pecaron, recibiendo su castigo. Sin embargo, aunque la mujer fue engañada, Adán resultó ser el responsable de la transgresión. La Escritura declara que “en Adán todos mueren” (1ª Corintios 15:22) y que “el pecado entró en el mundo por un hombre” (Romanos 5:12). Nunca se menciona que el pecado entró al mundo a causa de Eva; esto es debido a que ella nunca ejerció liderazgo. El líder es el que carga con la responsabilidad, incluso cuando alguien a su cargo hace algo malo.

A continuación mostraré un resumen de las diferencias entre el hombre y la mujer. Y es por esto que sólo uno de los dos debe llevar sobre su cabeza un símbolo de autoridad (el velo):

Hombre (descubierto) Mujer (cubierta)
El hombre es la cabeza de la mujer.

(1ª Corintios 11:3)

La mujer se somete a la autoridad masculina como su cabeza.

(1ª Corintios 11:3)

El hombre fue creado directamente por Dios del polvo y es la “gloria de Dios”.

(1ª Corintios 11:7-8)

La mujer fue creada por Dios a partir de la costilla del hombre y es “la gloria del hombre” (1ª Corintios 11:7-8)
El hombre no fue creado a causa de la mujer. (1ª Corintios 11:9) La mujer fue creada a causa del hombre. (1ª Corintios 11:9)

Dios en su infinita sabiduría escoge símbolos. A nuestro Dios le gusta comunicarse a través de ellos: nos ha dado el cordero sin mancha, el pan sin levadura, el agua en el bautismo, el pan y el vino, el olivo, el matrimonio, el templo, las fiestas; y la lista aún podría continuar. Piensa en Ezequiel, teniéndose qué acostar sobre su lado izquierdo 390 días (Ezequiel 4); en Isaías, caminando desnudo y descalzo durante tres años (Isaías 20:3); o en Óseas, teniéndose qué casar con una prostituta (Oseas 1:2). Dios simplemente hubiera podido dar su mensaje de manera clara a través de estos profetas, sin embargo Él decidió usarlos como símbolos vivos.

Cada símbolo en la Escritura fue escogido por Dios para un propósito en específico; esto es, para señalar una gran realidad. Vemos esto en el la Epístola a los Hebreos con respecto al tabernáculo, que fue encargado a Moisés:

“Como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte” (Hebreos 8:5)

Más adelante el autor de esta Epístola nos informa que el tabernáculo era un símbolo “del tiempo presente” (Hebreos 9:9). Y siendo un símbolo se le dieron instrucciones muy específicas a Moisés que debía seguir. La razón de esto es debido a que si el símbolo cambiaba no reflejaría acertadamente aquello que Dios deseaba mostrar. Lo mismo para con el velo.

El Dr. Bruce Waltke nos advierte en manera correcta lo siguiente:

“Una mujer que ora o profetiza en una asamblea de creyentes debe cubrir su cabeza como símbolo de su sumisión a la voluntad absoluta de Dios, Quien ha ordenado el universo conforme a su propio deseo bueno. Los creyentes no deben apoderarse del retrato del gobierno de Dios para moldearlo conforme a sus propios deseos.” 4) Bruce K. Waltke, “1 Corinthians 11:2–16: An Interpretation” (Bibliotheca Sacra 135:537, Jan. 1978), 56.

Por lo tanto, el hombre refleja la gloria de Dios y su sumisión a Cristo al orar y profetizar con su cabeza descubierta. Y la mujer refleja la gloria del hombre y su sumisión a su autoridad masculina al orar y profetizar con su cabeza cubierta. Si cambiamos este símbolo o lo abandonamos por completo, fallamos en dar a conocer tanto a los hombres como a los ángeles la sabiduría de Dios mostrada en su creación.

En el próximo capítulo trataremos de resolver a lo que Pablo se refería al momento de decir que la mujer cubre su cabeza “a causa de los ángeles”, y mostraremos lo que este argumento representa para la perspectiva que sostiene que la práctica del velo es “un asunto cultural”.

References

1.
 Charles Ryrie, The Role of Women in the Church, 2nd ed., chap. 8, (Nashville: B&H Publishing, 2011).
2.
 Estoy defendiendo la perspectiva denominada complementarianismo. La postura opuesta a ella se denomida Egalitarianismo. Para saber más sobre este tema, puede leer Men and Women: Equal Yet Different: A Brief Study of the Biblical Passages on Gender por Alexander Strauch (Colorado Springs: Lewis and Roth Publishers, 1999).
3.
 Postura que sostiene que el hombre y la mujer se complementan el uno al otro debido a las diferencias de roles, autoridad y función. Esta es la postura que sostengo.
4.
 Bruce K. Waltke, “1 Corinthians 11:2–16: An Interpretation” (Bibliotheca Sacra 135:537, Jan. 1978), 56.

Capítulo 02: Tradición apostólica: reteniendo lo que nos ha sido entregado

“Cuando los Apóstoles hablan de tradición… no están hablando de tradiciones humanas, sino de aquéllo que ha sido entregado la iglesia por parte de ellos. Estas tradiciones no estaban sujetas a negociación, pues son las tradiciones de Dios” 1) R.C. Sproul, “To Cover or Not To Cover” (from the series “The Hard Sayings of the Apostles”), http://bit.ly/sproulcover.

R.C. Sproul Sr. Fundador de Ligonier Ministries

 

Cuando escuchamos la palabra “tradición” normalmente pensamos que se trata de aquellas invenciones de los hombres que no se encuentran en la Escritura. Puede ser que las tradiciones resulten benéficas (o al menos no dañinas), pero debido a que Dios no las ha ordenado tampoco deberíamos hacerlo nosotros. Cuando se trata de entender la doctrina del velo debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿es ésta una tradición o un mandato? Vayamos a nuestro primer versículo:

“Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (1ª Corintios 11:2)

Aunque dichas “instrucciones” (tradiciones) no están explícitamente definidas podemos concluir con toda seguridad que la doctrina del velo es una de ellas. ¿Por qué? La doctrina del velo (1ª Corintios 11:3-16) está emparedada entre dos declaraciones contrastantes. Por un lado tenemos en el versículo 2 la declaración del Apóstol Pablo, “os alabo”; seguida de la explicación de la doctrina del velo. Y por otro lado tenemos en el versículo 17 la segunda declaración, “no os alabo”; seguida de la explicación de la Cena del Señor y de los dones espirituales (en los cuales habían abusos). Dentro de la estructura del capítulo 11, en los versículos 2 y 17, se hayan los encabezados de cada tema, respectivamente.

“Os alabo”

(1ª Corintios 11:2)

“No os alabo”

(1ª Corintios 11:17)

Doctrina del velo (1ª Corintios 11:2-16)  La Cena del Señor ( 1ª Corintios 11:17-34)

Dones Espirituales (1ª Corintios 12:1-14:40)

Lo que inmediatamente sigue después de cada uno de dichos versículos es una enseñanza práctica, apropiada para cada uno de los encabezados; primeramente se informa (os alabo) y después se corrige (no os alabo). Si la doctrina del velo no hubiese estado siendo practicada por los corintios habría estado bajo el encabezado “no os alabo”. Pero sabemos que sí estaba siendo practicada por ellos debido a que Pablo les dice “la retenéis”. Sin embargo, la comprensión que ellos tenían acerca de la doctrina del velo era deficiente; por tanto, necesitaban una mayor comprensión del tema.

Ahora, antes de se descarte la doctrina del velo como una invención humana, dejemos que la Biblia misma nos proporcione una definición acerca de lo que es la tradición. La palabra griega para “instrucciones” (tradiciones) en el versículo 2 es παράδοσις (paradosis), la cual es empleada 13 ocasiones en el Nuevo Testamento. También es usada en 8 ocasiones por el Señor Jesús, y cada vez que lo hace, claramente se refiere a las “tradiciones de los hombres”. Pablo también emplea el término en el mismo sentido, pero no de manera exclusiva. Algunas veces la usa para referirse a las enseñanzas apostólicas autoritativas. Veamos dos ocasiones en las que él lo hace:

“Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina (paradosis) que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra” (2 Tesalonicenses 2:15)

“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza (paradosis) que recibisteis de nosotros” (2 Tesalonicenses 3:6)

¿Notaste el patrón? Cuando Pablo emplea la palabra paradosis a fin de referirse a una enseñanza apostólica lo hace diciendo “de nosotros”. Así que ¿cómo podemos saber que la doctrina del velo no es un invento humano, sino que proviene de la enseñanzas de los apóstoles? Pablo no deja este asunto en la suposición. En 1ª Corintios 11:2 dice: “tal como os las entregué [las tradiciones]”. Esto significa que la doctrina del velo es una enseñanza apostólica autoritativa 2) En 1ª Corintios 11:2 la palabra “instrucciones” se traduce del término griego παράδοσις (paradosis). .

Para ayudarte a visualizarlo imagínate tú mismo abriendo tu buzón. Ves que recibes una docena cartas muy diferentes entre sí, cada una dirigida a ti. Sin embargo una carta en particular llama tu atención debido a que es del Servicio de Impuestos Internos; le das una atención especial debido a quién es el emisor de dicha carta, pues entiendes claramente que lo que en ella hay posee autoridad debido a que el gobierno se la ha dado. Y mientras la lees te das cuenta de que se te están dando instrucciones claras sobre lo que debes hacer a continuación. Simplemente no puedes ignorarla.

De la misma manera, la Primera Carta a los Corintios es importante debido a que fue escrita por un Apóstol con instrucciones que deben ser mantenidas por la iglesia. Este Apóstol ha sido investido con autoridad por el Señor Jesucristo para ser el fundamento de la iglesia (Efesios 2:20). Aún más importante es el hecho de que cuando él habla en la Escritura, Dios mismo es Quien habla (2ª Timoteo 3:16).

Imagínate a ti mismo abriendo una carta del Apóstol Pablo por primera vez. Reconoces la importancia de ella y es por ello que la empiezas a leer. Él te dice en esta carta que la razón por la cual te ha escrito es para que tengas “entendimiento” acerca de la doctrina del velo. Él desea que conozcas lo que este símbolo significa, del por qué de su práctica en la iglesia y acerca de lo que se comunica cuando se ignoran sus instrucciones. Asimismo te das cuenta de que él te elogiaría si “retienes” una enseñanza como ésta. Vayamos adelante a través de la carta del Apóstol de manera que podamos ver todo lo que él desea que nosotros comprendamos. En el siguiente capítulo veremos el fundamento de este símbolo; el orden de la creación.

 

References

1.
 R.C. Sproul, “To Cover or Not To Cover” (from the series “The Hard Sayings of the Apostles”), http://bit.ly/sproulcover.
2.
 En 1ª Corintios 11:2 la palabra “instrucciones” se traduce del término griego παράδοσις (paradosis).

Capítulo 01: Historia del velo cristiano

“Sé que hasta hace cincuenta años atrás cada mujer en cada iglesia cubría su cabeza… ¿Qué fue lo que sucedió en los últimos cincuenta años? Tuvimos un movimiento feminista” 1) R.C. Sproul Jr. “Should Christians only sing Psalms in local churches?” (Christianity.com video, 2012) http://bit.ly/sproulpsalms.

R.C. Sproul Jr., fundador de Highlands Ministries; Presidente de Filosofía y Teología en el Reformation Bible College

 

La doctrina del velo no es nueva. Desde el tiempo de los Apóstoles hasta el siglo veinte ha sido practicada por muchos cristianos. De hecho, aún es la perspectiva mayoritaria en muchas de las iglesias orientales. Sin embargo, en occidente ha perdido popularidad y ahora sólo es practicada por una minoría. Pero esto no fue siempre así.

Alice Morse Earle (Historiadora Estadounidense, 1851-1911) documentó hace más de cien años, en su libro Two Centuries of Costume in America, lo siguiente:

“Una cosa en particular puede ser notada en esta historia –que aún con todos los caprichos de la moda, la mujer jamás ha violado el mandato bíblico que requiere cubrir su cabeza. Nunca ha asistido a la iglesia con su cabeza descubierta” 2) Alice Morse Earle, Two Centuries of Costume in America, vol. 2, 1620-1820. (New York: Macmillan, 1903), 582.

Así que una historiadora estadounidense nos dice que mirando al pasado, hace doscientos años, aún cuando las modas cambiaron la única cosa que no cambió fue que la mujer cristiana siempre ha cubierto su cabeza en la iglesia. Ahora, antes de que vayamos a explorar qué fue lo que sucedió para que la doctrina del velo fuera abandonada en gran parte, necesitamos una perspectiva de lo que la iglesia ha dicho acerca de este símbolo a través del tiempo. Tomemos un viaje a través de la historia iniciando en la iglesia primitiva para ver qué fue lo que los teólogos y pastores influyentes dijeron acerca del tema.

La iglesia primitiva

Las iglesias antes del Concilio de Nicea 3) Año 325 d.C.

Aprendemos de los escritos de Tertuliano (aproximadamente en el año 200 d.C.) que la iglesia de Corinto continuaba practicando la doctrina del velo 150 años después de que Pablo escribiera su carta. Tertuliano dijo: “Así también los corintios habían entendido [a Pablo]. De hecho, hasta el día de hoy los corintios velan a sus vírgenes. Lo que los Apóstoles enseñaban, sus discípulos aprobaban”4) Tertuliano.  “On the Veiling of Virgins” ed. A. Roberts, J. Donaldson, and A.C. Coxe, trans.S. Thelwall, Fathers of the Third Century: Tertullian, Part Fourth; Minucius Felix; Commodian; Origen, Parts First and Second, vol. 4. (New York: Christian Literature Company, 1885), 33.

Asimismo declaró que la doctrina era practicada en otras regiones: “A través de Grecia, y en algunas de sus provincias bárbaras, la mayoría de las iglesias cubren a sus vírgenes. Existen lugares, más allá de este cielo (África) en donde esta práctica prevalece” 5) Ibid. . Aunque su comentario puede dar la impresión de que en algunas iglesias no se practicaba la doctrina del velo, debe notarse que él únicamente estaba hablando de las iglesias que cubrían a la mujer, y no sólo a las mujeres casadas. Velar a la casada no era algo que estaba sujeto a debate, mas no todos estaban de acuerdo con Tertuliano en que las mujeres solteras necesitaban cubrirse también. Así que, como parte de su argumento, señala otras áreas en donde la práctica de velar a las mujeres vírgenes era ampliamente practicada.

Ireneo (130 – 220 d.C.), Obispo de Lugdunum, capital de la Galia (actual Lyon, Francia) fue un discípulo de Policarpio, quien a su vez fue discípulo del Apóstol Juan. Ireneo es el primer padre de la Iglesia en comentar acerca de la doctrina del velo. Él sólo lo hace de paso, y es debido a ello que no articula su punto de vista al respecto. Independientemente de ello, él cita 1ª Corintios 11:10 diciendo: “la mujer debe tener puesto el velo sobre su cabeza debido a los ángeles” 6) Irenaeus of Lyons. “Ireneaus against Heresies” in A. Roberts, J. Donaldson, and A.C. Coxe (Eds.), The Apostolic Fathers with Justin Martyr and Irenaeus, vol 1. (New York: Christian Literature Company, 1885), 327. . Al mencionar “velo” en lugar de “autoridad” Ireneo mostró que entendía claramente que se trataba de una cubierta artificial, y no del cabello largo de la mujer.

Clemente de Alejandría (150 – 215 d.C.), Teólogo cristiano y Decano de la Escuela Catequística de Alejandría, mencionó que: “La mujer y el hombre deben ir a la iglesia ataviados decentemente… pues este es el deseo de la Palabra, por lo tanto es conveniente para ella orar velada” 7) Clement of Alexandria. “The Instructor” in Fathers of Second Century: Hermas, Tartian, Athenagoras, Theophilus, and Clement of Alexandria, vol. 2, de. A. Roberts, J. Donaldson, and A.C. Coxe (New York: Christian Literature Company, 1885), 290.

Hipólito (170 – 236 d.C.), Presbítero de la Iglesia de Roma al comienzo del tercer siglo. Mientras proporcionaba instrucciones acerca de las reuniones de la iglesia dijo: “Que todas las mujeres cubran sus cabezas con un paño opaco” 8) Hippolytus, and Easton, B. The Apostolic Tradition of Hippolytus. (New York: Macmillan, 1934), 43. .

Tertuliano (aproximadamente 155 – 225 d.C.), Escritor prolífico y Apologista de Cártago, África del Norte. Escribió la defensa más temprana y larga que poseemos hoy en día acerca del velo. Él dijo: “Te ruego, seas madre, hermana, o hija virgen, –permítame  dirigirme a Usted de la manera más apropiada a su edad–: cubra su cabeza” 9) Tertullian, “On Veiling of Virgins”, 37. .

Juan Crisóstomo (347 – 407 d.C.), Arzobispo de Constantinopla. Escribió un comentario sobre  1ª Corintios 11. En él menciona lo siguiente: “El asunto sobre cubrirse la cabeza fue legislado por la naturaleza (ver 1ª Corintios 11:14-15). Y cuando digo “naturaleza” me refiero a “Dios”. Pues es Él quien la creó. Toma nota, por lo tanto, ¡Qué gran daño proviene de alterar estas fronteras! Y no me digas que esto es un pequeño pecado” 10) Judith L. Kovacs, 1 Corithians: Interpreted by Early Christian Medieval Commentators (The Church’s Bible). (Michigan: Eerdmans, 2005), 180.

Jerónimo (aproximadamente 347 – 420 d.C.), un renombrado académico cristiano, mejor conocido por haber traducido la Biblia al latín (La Vulgata). Él dijo que las mujeres en Egipto y en Siria “no van con sus cabezas descubiertas, desafiando el mandato del Apóstol, dado que utilizan gorros ajustados y velos”. 11) Jerome, “The Letters of St. Jerome,” in St. Jerome: Letters and Select Works, vol. 6, ed. P. Schaff and H. Wace, trans. W. H. Fremantle, G. Lewis, and W. G. Martley (New York: Christian Literature Company, 1893), 292.

Agustín (354 – 430 d.C.), Obispo de Hipona (actual Argelia), escribió libros de teología, incluyendo La Ciudad de Dios y Confesiones, las cuales son ampliamente leídas hoy en día. Él escribió lo siguiente: “No es apropiado, incluso en mujeres casadas, descubrir su cabello, dado que el Apóstol ha ordenado a la mujer mantener su cabeza cubierta” 12) Augustine of Hippo, “Letters of St. Augustin,” in The Confessions and Letters of St. Augustin with a Sketch of His Life and Work, vol. 1, de. P. Schaff, trans. J.G. Cunningham (New York: Christian Literature Company, 1893), 588.

De la edad media hasta el siglo veinte

Concilios eclesiásticos

En varios concilios y sínodos, desde la época más temprana hasta la edad media, las instrucciones de Pablo en 1ª Corintios 11 fueron mantenidas como obligatorias hasta la época presente. El uso del velo fue requerido para la mujer al recibir la Eucaristía, desde el siglo quinto hasta el siglo siete, por los concilios de Autun, Angers13) John McClintock and James Strong, Cyclopedia of Biblical, Theological and Ecclesiastical Literature, vol. 10 (New York: Harper and Bros, 1891), 739.  y Auxerre 14) Alvin J. Schmidt, Veiled and Silenced, (Macon, Georgia: Mercer University Press, 1989), 136. Schmidt’s source is Carl Joseph Hefele, Counciliengesshichte, vol 3. (Freiburg: Herder’she Verlag, 1877),46 . El sínodo de Roma en el año 743 mencionó: “[Una] mujer orando en la iglesia con su cabeza descubierta trae vergüenza sobre su cabeza, de acuerdo a la palabra del Apóstol” 15) Synod of Rome, Canon 3, Giovanni Domenico Mansi, Sacrorum Conciliorum Nova et Amplissima Collectio, 382 .El Papa Nicolás I declaró ex cathedra, en el año 866, que: “la mujer debe ser velada durante los servicios de la iglesia” 16) Alvin J. Schmidt, Veiled and Silenced (Macon, Georgia: Mercer University Press, 1989), 136.

Tomás de Aquino (1225 – 1274), un Fraile dominico italiano, Sacerdote, Teólogo y Filósofo influyente, considerado por la Iglesia Católica como su más grande Teólogo y uno de los 33 Doctores de la Iglesia. Él dijo: “En el orden natural, un velo sobre la cabeza señala la autoridad de otro sobre la persona que lo usa. Por lo tanto, el hombre bajo la autoridad de Dios no debe llevar ningún velo sobre sí para mostrar que él está sujeto a Dios; mas la mujer sí debe llevar velo para mostrar que, aparte de Dios, está naturalmente sujeta a otro” 17) Thomas Aquinas, Super I Epistolam B. Pauli ad Corinthios lectura, (608) Accessed at: http://dhspriory.org/thomas/SS1Cor.htm#111.

William Tyndale (1494 – 1536), Académico bíblico inglés y figura fundacional que tradujo el Nuevo Testamento y el Pentateuco de sus lenguajes originales al inglés dijo: “Yo respondo, que Pablo enseñó de su boca tales cosas mientras escribía sus epístolas. Y sus tradiciones fueron… que la mujer obedezca a su marido, que cubra su cabeza, que guarde silencio y que su apariencia sea cristiana y femenina” 18) William Tyndale, Doctrinal Treatises and Introductions to Different Portions of the Holy Scriptures, ed. H. Walter, vol. 1, (Cambridge: Cambridge University Press, 1848), 219.

Martín Lutero (1483 – 1546), Teólogo alemán que fuera el catalizador detrás de la Reforma Protestante dijo: “La mujer no fue creada a parte de su cabeza, esto para que no gobierne sobre su marido, sino que esté sujeta y sea obediente a él. Por tal razón la mujer debe llevar un tocado, esto es un velo, sobre su cabeza, como San Pablo escribe en 1ª Corintios  11 ” 19) Martin Luther, “A Sermon on Marriage” (January 15, 1525) WA XVII/I.

John Knox (1514 – 1572), Clérigo escocés y líder en la Reforma Protestante, que junto con otros cinco reformadores escribió la Confesión de Fe Escocesa y estableció la Iglesia Presbiteriana Reformada. Citó los escritos de Juan Crisóstomo al defender la doctrina del velo diciendo: “Es cierto, Crisóstomo” 20) John Knox, “The First Blast of the Trumpet Against the Monstrous Regiment of Women” in Selected Writings of John Knox: Public Epistles, Treatises, and Expositions to the Year 1559 (Dallas, Texas, Presbyterian Heritage Publications), 1995.

Charles Spurgeon (1834 – 1892), Pastor bautista de Londres, conocido como “El Príncipe de los Predicadores”. Dijo: “La razón por la cual nuestras hermanas aparecen en la Casa de Dios con sus cabezas cubiertas es debido a los ángeles” 21) Charles Spurgeon, Spurgeon’s Sermons on Angels, (Michigan: Kregel Academic, 1996), 98.

Resumen histórico

Como hemos visto, los testimonios acerca de la práctica del velo se encuentran documentados desde el siglo II. Muchos de los teólogos cristianos más brillantes e influyentes enseñaron que dicha doctrina debe ser practicada en su propia cultura y época. No es una nueva doctrina –más bien es una enseñanza con una rica historia que hasta hace poco ha dejado de ser practicada.

¿Por qué ha sido abandonada?

En Estados Unidos la doctrina del velo fue practicada virtualmente en todas las iglesias hasta el comienzo del siglo veinte. Esta fecha es interesante porque coincide con la primera ola feminista. Aunque la práctica continuó en muchas iglesias, desde aquel tiempo en adelante el símbolo del velo entró en decadencia. Después, en la década de 1960 y 1970, el número de mujeres que practicaban la doctrina del velo descendió radicalmente. Una vez más, esto coincide con otra ola del feminismo. Durante la década de los años sesenta, el Movimiento de Liberación de la Mujer se extendió por todo Estados Unidos.

Tal vez estés preguntándote si la relación entre el feminismo y el declive de la doctrina del velo es mera coincidencia. Sabemos que no fue una coincidencia debido a que el movimiento feminista organizó sus esfuerzos para erradicar este símbolo. Pues entendían que el hecho de que una mujer cubriera su cabeza era sinónimo de su sumisión a la autoridad masculina, y es por ello que lo odiaron.

La Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés) es un movimiento feminista fundado por Betty Friedan (autora del libro La Mística de la Feminidad). En 1968  reunieron sus tropas para lograr un “Desvelo nacional”. He aquí lo que mencionaron:

“Debido a que el uso del velo en los servicios religiosos simboliza la sumisión de la mujer, NOW recomienda a todas sus divisiones que realicen un esfuerzo para que todas las mujeres participen en un “desvelo nacional”, enviando sus velos al Presidente del Grupo de Trabajo. En la reunión de primavera del Grupo de Trabajo de la mujer y religión, estos velos serán quemados públicamente para protestar contra el estatus de segunda clase que las mujeres tienen en las iglesias”. 22) National Organization for Women, Dec. 1968. Quotation taken from The Power of the Positive Woman by Phyllis Schlafly (New Rochelle, NY: Arlington House, 1977), 207

NOW reunió todas sus divisiones para “realizar un esfuerzo” y detener la práctica del velo. Este símbolo, junto con su significado, les causó bastante indignación que realizaron una quema pública de velos. Tristemente sus esfuerzos lograron lo que buscaban.

El New York Times publicó un artículo que mostraba cómo el feminismo era responsable en gran parte de la quiebra de la industria sombrerera (manufactura de sombreros y tocados). Ellos decían: “A medida que los peinados beehive ganaron popularidad en la década de los años sesenta y al mismo tiempo que el movimiento feminista logró hacer aceptable para la mujer dejar sus sombreros en casa, la industria palideció”23) Carrie Budoff, “Headgear as a Footnote to History” (New York Times, April 6, 1997).

El teólogo, el Sr. R.C. Sproul nota la perturbadora conexión también: “Me perturba que… en Estados Unidos la tradición de que la mujer cubra su cabeza haya muerto al mismo tiempo que presenciamos una revuelta cultural en contra de la autoridad del esposo sobre su mujer” 24) R.C. Sproul, “To Cover or Not To Cover” (from the series “The Hard Sayings of the Apostles”), http://bit.ly/sproulcover.

No podemos ser ingenuos al hecho de que hemos sido influenciados por la cultura que nos rodea. El pensamiento igualitarianista ha permeado en la iglesia, popularizando las creencias de que: el hombre y la mujer no desempeñan papeles diferentes en el hogar. El hombre no tiene la responsabilidad dada por Dios de liderar y que la mujer no necesita someterse a su marido. Y que dentro de la iglesia todos los oficios están abiertos a la mujer.

Este sistema de creencias, junto con la presión de la cultura, ocasionó que el símbolo del velo dejara de ser popular hasta desaparecer. La doctrina del velo no se perdió inocentemente en los Estados Unidos, sino que su desaparición está unida al rechazo de los papeles bíblicos del hombre y de la mujer.

References

1.
 R.C. Sproul Jr. “Should Christians only sing Psalms in local churches?” (Christianity.com video, 2012) http://bit.ly/sproulpsalms.
2.
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 Año 325 d.C.
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 Augustine of Hippo, “Letters of St. Augustin,” in The Confessions and Letters of St. Augustin with a Sketch of His Life and Work, vol. 1, de. P. Schaff, trans. J.G. Cunningham (New York: Christian Literature Company, 1893), 588.
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 Thomas Aquinas, Super I Epistolam B. Pauli ad Corinthios lectura, (608) Accessed at: http://dhspriory.org/thomas/SS1Cor.htm#111.
18.
 William Tyndale, Doctrinal Treatises and Introductions to Different Portions of the Holy Scriptures, ed. H. Walter, vol. 1, (Cambridge: Cambridge University Press, 1848), 219.
19.
 Martin Luther, “A Sermon on Marriage” (January 15, 1525) WA XVII/I.
20.
 John Knox, “The First Blast of the Trumpet Against the Monstrous Regiment of Women” in Selected Writings of John Knox: Public Epistles, Treatises, and Expositions to the Year 1559 (Dallas, Texas, Presbyterian Heritage Publications), 1995.
21.
 Charles Spurgeon, Spurgeon’s Sermons on Angels, (Michigan: Kregel Academic, 1996), 98.
22.
 National Organization for Women, Dec. 1968. Quotation taken from The Power of the Positive Woman by Phyllis Schlafly (New Rochelle, NY: Arlington House, 1977), 207
23.
 Carrie Budoff, “Headgear as a Footnote to History” (New York Times, April 6, 1997).
24.
 R.C. Sproul, “To Cover or Not To Cover” (from the series “The Hard Sayings of the Apostles”), http://bit.ly/sproulcover.

Introducción a una doctrina abandonada

“Es notable, en primer lugar, que San Pablo considera esta cuestión (acerca del velo) determinantemente valiosa y no la hace a un lado como una cuestión trivial. Existe una manera correcta e incorrecta de adorar a Dios” 1) H.L Goudge, The First Epistle to the Corinthians (Methuen and Co. Ltd., 1926), 97.

H.L. Goudge, Real Profesor de Divinidad, Oxford University, 1923 – 1938

 

El velo no es popular. De hecho, su desestimación es completa. Entonces ¿por qué decidí escribir un libro acerca de él?, ¿acaso me gusta la controversia?; absolutamente no, ¿busco ser divisivo?; lo opuesto. Entonces, ¿qué fue lo que me llevó a realizar esta labor? La respuesta rápida es: porque está en la Biblia.

Veamos, si “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2ª Timoteo 3:16), entonces toda ella merece un trato justo. Por encima de ello, este tema en particular no sólo es mencionado, es defendido. No hay uno o dos versículos oscuros, sino que el tema ocupa quince versículos consecutivos. Podemos debatir acerca de lo que Pablo quiso decir y sobre su aplicación en el siglo veintiuno, pero no podemos ignorar el tema.

El Dr. Daniel B. Wallace, uno de los principales líderes del criticismo textual y fundador del Centro para el Estudio de Manuscritos del Nuevo Testamento, imparte estudios del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico de Dallas. Sería bastante sobrio decir que este hermano conoce el Nuevo Testamento y los textos griegos. Acerca de la “postura moderna del velo” (por la cual abogo), él dice lo siguiente; algo que me parece que muchos pueden relacionar como:

“El argumento acerca del uso de un velo aplicable en nuestros días es, desde varios puntos de vista, el más fácil de defender exegéticamente y prácticamente el más difícil de recibir. Y puesto que nunca es seguro abandonar la conciencia lejos de la verdad de la Escritura, recientemente he decidido adoptar esta postura. Francamente no me gusta (no es popular hoy en día). Sin embargo no puedo, con buena conciencia, ignorarla.” 2) Daniel B. Wallace, “What is the Head Covering in 1 Cor 11:2-16 and Does it Apply to Us Today?” (Bible.org, 2004)

¡Este es un argumento increíblemente honesto! Debido a que el velo es un símbolo visual, la postura referente a dicha doctrina es imposible de ocultar o de retrasar. Esta es la primera doctrina que la gente conoce que una mujer sostiene al momento de conocerla en la iglesia, incluso antes de estrechar su mano. La gente puede sentirse juzgada por uno mismo sólo por el hecho de sostener esta postura (mientras que ellos no), al mismo tiempo que tú te preguntas si no estarán pensando que te quedaste en la década de los años 50. Sobre todo, tus Pastores o aquellos más cercanos a ti pueden preocuparse por el hecho de que tal vez estés abrazando el legalismo.

Estas son luchas reales que la gente puede enfrentar al momento de meditar sobre la “postura moderna del velo”. Basta con decir que el Dr. Wallace posee una perspectiva precisa de qué tan bien es recibida esta doctrina cuando comenta que el velo “no es popular hoy en día”. Cuando una mujer usa un velo obliga a la iglesia a pensar en el tema; y algunos no están listos o simplemente no desean estarlo.

Daniel Wallace también dice:

“El peligro real, tal como lo veo, es que muchos cristianos simplemente ignoren lo que el texto dice debido a la inconveniencia de alguna forma de obediencia”. 3) Daniel B. Wallace, “What is the Head Covering in 1 Cor 11:2-16 and Does it Apply to Us Today?” (Bible.org, 2004)

Ahora, esto no significa que el miedo sea que la única razón por la que la gente no practique la doctrina del velo. Algunos son persuadidos por otras interpretaciones y, si son convencidos por la Escritura, tal vez puedan cambiar sus mentes. Espero que tú seas uno de éstos y que puedas compartir mi deseo de entender correctamente y someterte a todo lo que la Biblia dice. Sin embargo, estoy preocupado de que muchos lean el texto de 1ª Corintios 11 y piensen: no puede significar lo que pienso que dice. Nadie a quien yo conozca usa un velo, además no es posible que todos estemos mal. Después, pasamos rápidamente al capítulo 12, tomando nota mental para estudiarlo más adelante (lo cual, si somos honestos, raramente sucede).

Si acaso acabo de describir tu respuesta, ahora es el momento. Vayamos al fondo del texto e indaguemos juntos. No te preocupes, este libro no ha sido escrito para académicos. Lo escribí para el cristiano común y corriente.

En el capítulo siguiente te daré una perspectiva general acerca de la historia del velo cristiano. Después, en los seis capítulos siguientes, proporcionaré argumentos bíblicos para que la mujer use el velo en la iglesia. En el mismo contexto y de la misma manera, los hombres están ordenados a mantener sus cabezas descubiertas (a no usar sombreros). Haré esto mediante la exposición de las cinco razones que el mismo Apóstol Pablo da en 1ª Corintios 11. Cuando explique estas razones no daré mucha atención a la disputa de los diferentes puntos de vista, debido a que mi exposición será ampliamente  positiva. Posteriormente examinaré algunas de las objeciones más populares y daré algunas cuestiones prácticas. Finalmente, cerraremos con una exhortación personal para adoptar este símbolo, incluso si los demás no lo hacen.

El corazón de la cuestión

Antes de que esta introducción termine, quiero traer una advertencia: asegúrate de que tu corazón esté preparado. Me imagino a la mayoría de la gente leyendo este libro en desacuerdo o sin saber qué hacer con el velo, por lo que es seguro que mantendrás la guardia. Lo sé, yo también lo estuve, y no está mal, en verdad. Siempre combatimos las falsas enseñanzas y a los falsos maestros, por tanto es bueno ser escéptico y ser cautelosos, filtrando todo a través de la Palabra de Dios. Sólo asegúrate de no aceptar cualquier viejo argumento en contra del velo sólo porque no quieras que esta doctrina esté en lo correcto. ¿Qué pensará mi esposo o mi esposa? ¿Qué pensarán en mi iglesia? ¿Cómo encontraré cónyuge si él (o ella) conoce mi postura?

El temor al hombre puede ser abrumador, pero debemos temer a Dios y a Sus mandatos sobre todos los hombres. Debemos atarnos a los textos de la Escritura y obedecerlos. Así que si tú corazón no está preparado, da una buena leída a 1ª Corintios 11:2-16. Por favor lee despacio el texto y familiarízate íntimamente con él. Este es el único capítulo en la Biblia en donde se ordena y se explica la doctrina del velo, así que debes conocerlo bien para ser un buen Bereano (ver Hechos 17:11).

 

Lee 1ª Corintios 11:2-16

(2) Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. (3) Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. (4) Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. (5) Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. (6) Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. (7) Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. (8) Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, (9) y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. (10) Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. (11) Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; (12) porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. (13) Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? (14) La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? (15) Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. (16) Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

References

1.
 H.L Goudge, The First Epistle to the Corinthians (Methuen and Co. Ltd., 1926), 97.

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