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Resumen: Argumentos bíblicos para el uso del velo en la actualidad

Aprecio que consideres positivamente los argumentos sobre la práctica del símbolo del velo. Algunos tal vez estarán convencidos mientras que otros pueden tener dudas acerca de aplicaciones prácticas. Otros tal vez tendrán objeciones, las cuales estaremos tratando en los siguientes capítulos. Antes de continuar considero que sería bueno recordar los puntos más importantes que hemos visto hasta el momento.

Tradición apostólica

Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (1 Corintios 11:2).

La palabra “instrucciones” en este contexto se refiere a las enseñanzas provenientes de Dios, y no a aquéllas de los hombres. Hemos examinado la estructura de la oración y hemos aprendido que el velo es una de esas enseñanzas. Esto significa que la doctrina del velo durante la adoración corporativa es una enseñanza apostólica que fue dada para que la “retuviéramos”.

Orden de la creación

Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” (1 Corintios 11:3)

Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza” (1 Corintios 11:7-10a).

La doctrina del velo es un símbolo que refleja el orden de autoridad establecido antes de la caída. El hombre con la cabeza descubierta muestra su liderazgo espiritual, mientras que la mujer con su cabeza cubierta muestra la sumisión a la autoridad de un hombre como su cabeza espiritual. Cuando Pablo señala hacia el libro de Génesis como una razón por la cual debemos practicar la doctrina del velo, él derrumba todo argumento cultural.

Ángeles

Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles” (1 Corintios 11:10)

La doctrina del velo no es meramente un símbolo para la congregación, sino también lo es a causa de los ángeles. Y debido a ello se presupone que participan con nosotros, o al menos nos observan. Aunque no podemos saber con certeza todo a lo que el Apóstol Pablo se refiere con este versículo, podemos reducirlo a las siguientes interpretaciones: 1) un llamado a no ofender a los ángeles con nuestra desobediencia, ó 2) un mandato a mostrar acertadamente una fotografía del orden de la creación (Efesios 3:10; 1 Pedro 3:22), ó 3) una advertencia a ser responsables (1 Timoteo 5:21). Pablo muestra en este versículo que su preocupación no es lo que la sociedad piense al respecto, sino a lo que los seres angelicales piensen.

Naturaleza

La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?
Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello
” (1 Corintios 11:14-15)

Mientras que la doctrina del velo es enseñada de manera explícita en la Escritura, la naturaleza nos  la confirma de manera silenciosa. Ésta nos muestra que el cabello dado a cada sexo confirma la idoneidad del velo. También nos enseña que es deshonroso confundir la distinción de los géneros. Así que, lo que es inapropiado para nuestro cabello, lo es para con el velo “al orar y profetizar”.

La costumbre de la Iglesia

Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios” (1 Corintios 11:16)

Pablo nos dice que en todas las iglesias, ninguna de ella tenía la práctica de que la mujer orara con su cabeza descubierta. Cuando Pablo escribió 1ª Corintios, estas asambleas estaban geográficamente dispersadas a lo largo de miles de kilómetros en diferentes países y culturas. Existía una uniformidad en la práctica del velo. Esto demuestra que era un símbolo universal cristiano, y no una práctica de una cultura en específica.

Un precepto

Los asuntos de libertad cristiana no son ordenados por Dios; éstos permiten que los cristianos sostengan posturas contrarias al mismo tiempo que glorifican a Dios (Romanos 14:2-6). Observamos la estructura de 1ª Corintios 11 y examinamos 5 razones por las que la doctrina del velo no encaja con la cuestión de la libertad cristiana. Esto significa que la enseñanza es un mandato que necesita ser llevado a la práctica. También vimos que cuando Pablo dice que la mujer “debe tener señal de autoridad sobre su cabeza” (1ª Corintios 11:10), denota una obligación.

Espero que este resumen haya sido útil al refrescar los principales puntos cubiertos en nuestro estudio. Me gustaría ahora pasar a tratar las tres principales objeciones a la doctrina del velo.

CAPÍTULO SIETE: Precepto: no es un asunto de libertad cristiana

Debido al papel de la mujer dado en la creación, ella debe tener autoridad sobre su cabeza (v. 10). La palabra que se traduce como “debe”, aquí y en el versículo 7, es una expresión firme que denota obligación; consecuentemente no existe opción ni elección en el asunto 1) Michael P.V. Barrett, “Head Covering for Public Worship: An Exposition of 1 Corinthians 11:2–16,” http://www.headcoveringmovement.com/Michael-Barrett-Head-Covering-for-Public-Worship.pdf (Faith Free Presbyterian Church, 2003), accedido el 3 de mayo del 2016

Dr. Michael Barrett, Profesor del Puritan Reformed Theological Seminary

 

La libertad cristiana es el derecho de todo cristiano para tomar decisiones en asuntos que no han sido explícitamente ordenados por Dios. En este tipo de asuntos existen parámetros y principios bíblicos que regulan nuestras decisiones, sin embargo no siempre existe una única respuesta para cada cristiano. Esto es lo que se nos enseña en la epístola a los Romanos, donde el Apóstol dice:

“Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios”. (Romanos 14:2-6)

Pablo dice que Dios no ha ordenado una dieta especial, ni tampoco a estimar de manera especial ciertos días de la semana. Una persona puede comer vegetales mientras que la otra puede comer carne. Una persona puede observar de manera especial cierto día mientras que la otra puede considerar de igual manera los demás días de la semana. Ambas pueden sostener distintas posturas y al mismo tiempo glorificar a Dios. Otras áreas en las que la libertad cristiana entra son, por ejemplo, la vestimenta, los medios de comunicación (televisión, música, noticias) y las preferencias electorales. Para estos asuntos existen parámetros y principios en la Escritura que permiten guiar nuestras decisiones, aún cuando no exista un mandato que sugiera la existencia de un único punto de vista.

Así que, en resumen. Un asunto de libertad cristiana:

1) no es ordenado por Dios y,

2) permite a los cristianos sostener puntos de vista diferentes y al mismo tiempo que Dios es glorificado.

¿Es el velo un asunto de libertad cristiana?

En 1ª Corintios 11 la doctrina del velo es defendida como un imperativo que debe practicarse (versículo 16). Es debido a esto que no creo que deba ser clasificada como un asunto de libertad cristiana. A continuación daré cinco razones por las cuales creo que la doctrina del velo es entendida como un mandato:

  1. De acuerdo con 1ª Corintios 11:2, la práctica del velo era una enseñanza sostenida firmemente por la iglesia debido a que había sido dada a través de la autoridad apostólica de Pablo. Los asuntos de libertad cristiana son dejados a los cristianos y no se dan para que sean observados.
  2. Pablo nos informa que sólo existe un único punto de vista para cualquier persona que esté en desacuerdo con la doctrina del velo (versículo 16). Los asuntos de libertad cristiana son marcados por múltiples puntos de vista, y no con una posición exclusiva.
  3. De acuerdo con la estructura de la oración, existe una acción ordenada: “porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra” (1ª Corintios 11:6). Los asuntos de libertad cristiana son identificados por la ausencia de una orden directa.
  4. Pablo dice que es deshonroso no practicar la doctrina del velo, y que no hacerlo es equiparable a que la mujer esté rapada (versículos 4-6), Los asuntos de libertad son marcados por una pluralidad de opciones que pueden glorificar a Dios. Sin embargo, Pablo nos dice que para la doctrina del velo sólo existe una opción.
  5. Pablo defiende la doctrina del velo al apelar al orden de la creación, la naturaleza y los ángeles. Los asuntos de libertad cristiana son marcados por su silencio en las Escrituras, y no presentan una defensa.

Debido a estas razones considero que la doctrina del velo es un mandato bíblico que debe ser practicado por todos los cristianos.

“Debemos” practicarlo

Algunos han sugerido que la doctrina del velo no es un mandato bíblico debido a que Pablo nos dice que el debemos no necesariamente sugiere una obligación. La palabra griega detrás del “debemos” es ὀφείλω (ofeílo), la cual aparece 35 veces en el Nuevo Testamento. Puede ser traducida como deber, deuda, deudor e incluso estar bajo obligación. En toda instancia ὀφείλω (ofeílo) dirige a la persona a una sola práctica. No tiene la connotación de elección, sino de obligación.

Por ejemplo, Pablo dice: “los maridos deben amar a sus mujeres” (Efesios 5:28), y Juan dice “debemos también nosotros amarnos unos a otros” (1ª Juan 1:11). Éstos son mandatos bíblicos, no asuntos de libertad cristiana. Uno no puede retenerle el amor a su esposa o a su hermano y glorificar a Dios al mismo tiempo. Cuando Pablo dice que el hombre “no debe cubrir su cabeza” (1ª Corintios 11:7) y que la mujer debe llevar un símbolo de autoridad en su cabeza (1ª Corintios 11:10), está hablando de algo que debemos hacer, y no de algo que podemos escoger hacerlo si deseamos.

¿Y cuál es la diferencia?

Habiendo expuesto el porqué del mandato de practicar la doctrina del velo, vayamos ahora a ver en qué se diferencia. ¿Qué entendemos (y qué no) cuando nos referimos a que es un mandato?

Ser un mandato bíblico:

  1. No puedes estar en desacuerdo con la interpretación, y por lo tanto no observarla.
  2. No significa que deba ser impuesta; aunque esto puede ser perfectamente aceptable dependiendo de la circunstancia, por ejemplo: que un Pastor lo ordene a su congregación.

Existen diferencias importantes sobre cómo interactuar con un mandato bíblico en contraste con un asunto de libertad cristiana.

Ser un mandato bíblico:

  1. Significa que de estar convencido sobre la interpretación, se está obligado a observarla.
  2. Significa que puedes persuadir y exhortar a que sea observada sin llegar a ser un legalista.

Entiendo que llamar a la doctrina del velo un mandato puede llegar a ser incómodo para algunas personas que lean esto. Después de todo, ¿acaso no estamos bajo la gracia? ¿no estamos libres de la ley? Al decir esto no estoy sugiriendo que regresemos al antiguo mandamiento escrito del cual hemos sido liberados (Romanos 7:6). Al contrario, estoy declarando enfáticamente que el cristianismo no es una religión de libertinaje (Mateo 7:23). Pablo dice que estamos bajo “la ley de Cristo” (1ª Corintios 9:21), además Jesús dijo: “Si me amas, guardarás mis mandamientos” (Juan 14:15). Esto significa que el cristianismo y los mandatos no son antitéticos.

Aunque Pablo (y no Jesús) haya enseñado la doctrina del velo, se nos enseña que “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16), y el Apóstol Pedro considera que los escritos de Pablo son inspirados (2 Pedro 3:15-16). Eso significa que las letras en negro no son menos inspiradas que las rojas. Dado que el último autor de 1ª Corintios 11 es Dios, los creyentes deben estudiar este pasaje con el mismo vigor que el resto de las Escrituras. Si éstos son convencidos de que el pasaje en cuestión habla sobre del uso de una cubierta artificial, siendo un símbolo atemporal y transcultural, entonces están obligados a observarlo, a enseñarlo y exhortar a los demás que observen este mandato.

References

1.
 Michael P.V. Barrett, “Head Covering for Public Worship: An Exposition of 1 Corinthians 11:2–16,” http://www.headcoveringmovement.com/Michael-Barrett-Head-Covering-for-Public-Worship.pdf (Faith Free Presbyterian Church, 2003), accedido el 3 de mayo del 2016

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